Bill Willingham et al. | ECC | 9788416998005 | 320 pp. | 30'50€
Merv Pumpkinhead —al servicio secreto de su majestad Morfeo— investiga un caso de espionaje en el reino de los sueños. Thessaly vende sus hechicerías al mejor postor. Danny Nod sale en busca de unos volúmenes extraviados de la biblioteca de Lucien. Y un puñado de historias te explican todo lo que siempre quisiste saber sobre el significado de los sueños y nunca te atreviste a preguntar.
Es leer Bill Willingham y ya me tienen en el bolsillo. Pero si a eso le añaden una historia del universo de Sandman... Y es que nada malo puede salir del autor que ha compuesto una obra de la magnitud de Fábulas si le damos la suficiente libertad creativa para introducirse en el mundo de los sueños. ¿No?
Cuando leí que iban a publicar La Tesalíada me llevé toda una sorpresa. Había leído alguna cosilla de pasada al buscar información sobre Willingham y parecía algo muy en su línea: referencias a la literatura, a la cultura popular, a diferentes religiones... Pero me descolocó el hecho de encontrar el subtítulo de "y otras historias". ¿Qué iban a contarnos? Sorprendentemente, con apenas unos meses de diferencia a la publicación de Fábulas, Willingham ya nos adelantaba algunas de las premisas principales que trataría en la que posiblemente sea su obra más reconocida. Sin embargo, poco o nada tienen que envidiar.
Si bien la principal historia (aunque la última en aparecer) se compone de dos partes relativas a La Tesalíada, donde se nos narran las aventuras y desventuras de la bruja Tesalia y un fantasma algo impertinente, el tomo inicia con una una serie de relatos más breves donde se compone de manera general el reino de los sueños. Aquí, a través de personajes como Merv Pumpkinhead, se nos habla de cómo funcionan el sonambulismo, la vigilia, las ideas recurrentes o incluso los sueños eróticos de una manera sencilla, clara y sin necesidad de tocar lo grotesco o lo escatológico. Evidentemente, con toques de ingenuidad (aunque una sátira bastante ácida) muy acordes al universo más bien amable que crea para el lector, acercándose así bastante más a lo que veríamos posteriormente en Fábulas.
El dibujo es algo más irregular, ya que no adopta un carácter único, sino que nos muestra en cada una de sus historias a un autor diferente capaz de reinterpretar a su manera a los distintos personajes. En este caso "irregular" no es sinónimo de "malo" en absoluto, ya que desde un principio se nos introducen diferentes estilos de dibujo para justificar los diferentes entramados narrativos a lo largo de la historia de la literatura, y es a partir de entonces que historia e imagen parecen ser creadas a la par, haciendo que se complementen para tratar los diferentes tonos dramáticos.
by: @TheVictorianGuy
Es leer Bill Willingham y ya me tienen en el bolsillo. Pero si a eso le añaden una historia del universo de Sandman... Y es que nada malo puede salir del autor que ha compuesto una obra de la magnitud de Fábulas si le damos la suficiente libertad creativa para introducirse en el mundo de los sueños. ¿No?
Cuando leí que iban a publicar La Tesalíada me llevé toda una sorpresa. Había leído alguna cosilla de pasada al buscar información sobre Willingham y parecía algo muy en su línea: referencias a la literatura, a la cultura popular, a diferentes religiones... Pero me descolocó el hecho de encontrar el subtítulo de "y otras historias". ¿Qué iban a contarnos? Sorprendentemente, con apenas unos meses de diferencia a la publicación de Fábulas, Willingham ya nos adelantaba algunas de las premisas principales que trataría en la que posiblemente sea su obra más reconocida. Sin embargo, poco o nada tienen que envidiar.
Si bien la principal historia (aunque la última en aparecer) se compone de dos partes relativas a La Tesalíada, donde se nos narran las aventuras y desventuras de la bruja Tesalia y un fantasma algo impertinente, el tomo inicia con una una serie de relatos más breves donde se compone de manera general el reino de los sueños. Aquí, a través de personajes como Merv Pumpkinhead, se nos habla de cómo funcionan el sonambulismo, la vigilia, las ideas recurrentes o incluso los sueños eróticos de una manera sencilla, clara y sin necesidad de tocar lo grotesco o lo escatológico. Evidentemente, con toques de ingenuidad (aunque una sátira bastante ácida) muy acordes al universo más bien amable que crea para el lector, acercándose así bastante más a lo que veríamos posteriormente en Fábulas.
El dibujo es algo más irregular, ya que no adopta un carácter único, sino que nos muestra en cada una de sus historias a un autor diferente capaz de reinterpretar a su manera a los distintos personajes. En este caso "irregular" no es sinónimo de "malo" en absoluto, ya que desde un principio se nos introducen diferentes estilos de dibujo para justificar los diferentes entramados narrativos a lo largo de la historia de la literatura, y es a partir de entonces que historia e imagen parecen ser creadas a la par, haciendo que se complementen para tratar los diferentes tonos dramáticos.
Definitivamente, La Tesalíada y otras historias es una obra perfecta para los amantes del universo de Sandman que busquen una versión menos intensa del funcionamiento de su reino. También para los amantes Willingham, que encontrarán aquí muchas de las claves que harían de su obra posterior lo que sigue siendo a día de hoy y que nos ofrece una narrativa de lo más ligera. Una obra 100% recomendable dentro de la línea de Vértigo.
by: @TheVictorianGuy
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