miércoles, 13 de marzo de 2013

Reseña: El libro de la almohada

De la mano de

Título: El libro de la almohada
Autora: Sei Shônagon
Editorial: Adriana Hidalgo Editora
Año de publicación: 2002
Número de páginas: 319
ISBN: 987939657X
Precio: 19,00€

"Muy poco se sabe de la autora de El Libro de la Almohada. Se la conoce como Sei Shônagon, que fue el apodo que mereció durante su servicio en la corte durante la década de 990 a 1000. Sei es la lectura china del primer ideograma de su apellido, Kiyohara. Shônagon designa su cargo en la corte: ayudante de menor rango de la emperatriz Sadako (976-1001). Sin absoluta certeza, se repite que nació en 966 y que era hija de Motosuke, poeta de cierta reputación. Se asegura que sirvió a la emperatriz hasta que ésta murió, y sobre la segunda mitad de su vida todas son conjeturas: que continuó atendiendo a ésta o aquélla dama de la familia imperial, aunque casi todas las tradiciones coinciden en imaginarla como una anciana que muere muy pobre. Una anécdota cuenta que pasó un período de reclusión y abstinencia, alejada de la corte, reprendida por utilizar una expresión poco feliz. Cuando regresó, hubo damas que la criticaron porque consideraron que "presuntuosamente había creído en las palabras nostálgicas con que la emperatriz se había referido a ella”. La tradición la ubicó como la rival literaria y política de Murasaki Shikibu –autora del Romance de Genji–, y es cierto que servían a emperatrices diferentes."

OPINIÓN PERSONAL

Le tenía bastantes ganas a este libro, después de haber sido tan nombrado y elogiado en clase, por lo que fue toda una suerte que la profesora se acordara de mí. A la hora de hablar del argumento de esta novela (O más bien diario) resulta un poco complicado establecer un hilo conductor: Shônagon es una de las servidoras de la emperatriz de Japón, que pone a su disposición un conjunto de cuadernos, los que originan este diario en el que nuestra Dama nos narra desde episodios y eventos importantes en la corte, anécdotas y conversaciones, impresiones y sensaciones que causan en ella diferentes elementos y lo más curioso, las enumeraciones, en la que se nos cuentan desde cosas que le resultan agradables, cosas molestas, vergonzosas... Todo ello enmarcado en el período japonés Heian, en el que Japón se podría decir que florece en el campo de las artes, y prácticamente cada unos de los actos se convierte en una ceremonia teñida de belleza. 

La trama no es compleja, ya que como digo, son constantes saltos de momento en momento, guiándonos la autora entre estos, dándonos sus impresiones. Algunas de las entradas pueden resultar más largas y pesadas que otras, más breves; pero bien es verdad que el formato de esta novela es rápido y ágil de leer. Respecto a las enumeraciones, a mi ver son una de las partes más entretenidas del libro, ya que realmente son listas que se leen bastante rápido y que muchas veces te hacen sentirte identificada, aunque haya bastantes años de por medio. Creo, por otro lado, que aquellos que busquen una novela intensa y entretenida van por el mal camino con este libro, el diario de Shônagon es una oda a lo cotidiano y a los pequeños detalles que muchas veces nos pasan desapercibidos.

El estilo es muy cuidado, no en vano son damas de la corte que buscan lucirse y que tienen un vocabulario espléndido cuanto menos. Constantemente se alude a poemas y se introducen estrofas, ya sean un juego propuesto, o bien una carta. Es... curioso la manera que tienen de interactuar unos con otros: Desde la más pura informalidad, al cuidado en la composición y elección de estrofas, el color del papel, o la flor que lo acompañe. En este diario se juega mucho con las palabras y los poemas, algunos aspectos pueden resultar un tanto fuera de lugar, pero nos los encontraremos perfectamente explicados. En mi caso, han sido algunas las veces en las que no me ha quedado claro lo que estaba ocurriendo, mientras que otras me han arrancado más de una sonrisa. 

En resumidas cuentas: Un libro para todos aquellos que quieran leer algo de literatura clásica japonesa, que estén dispuestos a encontrarse entradas acerca de lo más insignificante (Como puede ser una lista de pájaros o de árboles), y que tengan paciencia en lo referente a las descripciones. Sin embargo, todos aquellos que quieran continuidad y acción, han hecho una mala elección. 

En mi caso, y como diría Shônagon: Un libro delicioso.

4 de 5

1 comentario:

Tai dijo...

Este libro tiene que caer sí o sí xDD

miércoles, 13 de marzo de 2013

Reseña: El libro de la almohada

De la mano de

Título: El libro de la almohada
Autora: Sei Shônagon
Editorial: Adriana Hidalgo Editora
Año de publicación: 2002
Número de páginas: 319
ISBN: 987939657X
Precio: 19,00€

"Muy poco se sabe de la autora de El Libro de la Almohada. Se la conoce como Sei Shônagon, que fue el apodo que mereció durante su servicio en la corte durante la década de 990 a 1000. Sei es la lectura china del primer ideograma de su apellido, Kiyohara. Shônagon designa su cargo en la corte: ayudante de menor rango de la emperatriz Sadako (976-1001). Sin absoluta certeza, se repite que nació en 966 y que era hija de Motosuke, poeta de cierta reputación. Se asegura que sirvió a la emperatriz hasta que ésta murió, y sobre la segunda mitad de su vida todas son conjeturas: que continuó atendiendo a ésta o aquélla dama de la familia imperial, aunque casi todas las tradiciones coinciden en imaginarla como una anciana que muere muy pobre. Una anécdota cuenta que pasó un período de reclusión y abstinencia, alejada de la corte, reprendida por utilizar una expresión poco feliz. Cuando regresó, hubo damas que la criticaron porque consideraron que "presuntuosamente había creído en las palabras nostálgicas con que la emperatriz se había referido a ella”. La tradición la ubicó como la rival literaria y política de Murasaki Shikibu –autora del Romance de Genji–, y es cierto que servían a emperatrices diferentes."

OPINIÓN PERSONAL

Le tenía bastantes ganas a este libro, después de haber sido tan nombrado y elogiado en clase, por lo que fue toda una suerte que la profesora se acordara de mí. A la hora de hablar del argumento de esta novela (O más bien diario) resulta un poco complicado establecer un hilo conductor: Shônagon es una de las servidoras de la emperatriz de Japón, que pone a su disposición un conjunto de cuadernos, los que originan este diario en el que nuestra Dama nos narra desde episodios y eventos importantes en la corte, anécdotas y conversaciones, impresiones y sensaciones que causan en ella diferentes elementos y lo más curioso, las enumeraciones, en la que se nos cuentan desde cosas que le resultan agradables, cosas molestas, vergonzosas... Todo ello enmarcado en el período japonés Heian, en el que Japón se podría decir que florece en el campo de las artes, y prácticamente cada unos de los actos se convierte en una ceremonia teñida de belleza. 

La trama no es compleja, ya que como digo, son constantes saltos de momento en momento, guiándonos la autora entre estos, dándonos sus impresiones. Algunas de las entradas pueden resultar más largas y pesadas que otras, más breves; pero bien es verdad que el formato de esta novela es rápido y ágil de leer. Respecto a las enumeraciones, a mi ver son una de las partes más entretenidas del libro, ya que realmente son listas que se leen bastante rápido y que muchas veces te hacen sentirte identificada, aunque haya bastantes años de por medio. Creo, por otro lado, que aquellos que busquen una novela intensa y entretenida van por el mal camino con este libro, el diario de Shônagon es una oda a lo cotidiano y a los pequeños detalles que muchas veces nos pasan desapercibidos.

El estilo es muy cuidado, no en vano son damas de la corte que buscan lucirse y que tienen un vocabulario espléndido cuanto menos. Constantemente se alude a poemas y se introducen estrofas, ya sean un juego propuesto, o bien una carta. Es... curioso la manera que tienen de interactuar unos con otros: Desde la más pura informalidad, al cuidado en la composición y elección de estrofas, el color del papel, o la flor que lo acompañe. En este diario se juega mucho con las palabras y los poemas, algunos aspectos pueden resultar un tanto fuera de lugar, pero nos los encontraremos perfectamente explicados. En mi caso, han sido algunas las veces en las que no me ha quedado claro lo que estaba ocurriendo, mientras que otras me han arrancado más de una sonrisa. 

En resumidas cuentas: Un libro para todos aquellos que quieran leer algo de literatura clásica japonesa, que estén dispuestos a encontrarse entradas acerca de lo más insignificante (Como puede ser una lista de pájaros o de árboles), y que tengan paciencia en lo referente a las descripciones. Sin embargo, todos aquellos que quieran continuidad y acción, han hecho una mala elección. 

En mi caso, y como diría Shônagon: Un libro delicioso.

4 de 5

1 comentario:

Tai dijo...

Este libro tiene que caer sí o sí xDD