De la mano de
Autor: Nicolas Barreau
Editorial: Espasa
Año de publicación: 2012
Páginas: 248
ISBN: 9788467008807
Precio: 19,90 €
"El atractivo Jean-Luc Champollion es el propietario de una galería de arte en París. Acostumbrado a tener éxito con las mujeres, su única ambición es disfrutar de la vida en compañía de hermosas damas y de Cézanne, su adorado perro dálmata.
Un día, Jean-Luc recibe una misteriosa carta de amor... sin remitente. Intrigado, acepta el juego que le propone la desconocida y, sin pensárselo dos veces, inicia con ella una deliciosa correspondencia por e-mail.
Por supuesto, lo único que quiere es descubrir la identidad de esa mujer que tantos detalles conoce de su vida y a la que nunca ha visto en persona... ¿o tal vez sí?
Evidentemente, el destino tiene otros planes..."
Por supuesto, lo único que quiere es descubrir la identidad de esa mujer que tantos detalles conoce de su vida y a la que nunca ha visto en persona... ¿o tal vez sí?
Evidentemente, el destino tiene otros planes..."
OPINIÓN PERSONAL
Después de haber catado La sonrisa de las mujeres, esta novela ha sido toda una sorpresa. En este caso, la historia presenta también sus tintes románticos al más puro estilo "comedia romántica americana", pero en este caso le sumas las cartas entre el protagonista y su amante misteriosa y alcanza la perfección, al menos para mi gusto.
Como bien dice la sinopsis, nuestro protagonista, Jean-Luc, un personaje al más puro estilo playboy, que vive con su perro y adolece una aversión a las cartas de amor debido a un desengaño con la chica guapa de su clase a los 15 años. Es todo una sorpresa para él recibir de repente una carta de amor al más puro estilo Rococó donde una misteriosa desconocida le declara sus más ocultas pasiones con un estilo recargado y delicado. Jean-Luc se sumerge así en el mundo de la Principessa, convirtiéndose la correspondencia en todo un vicio hasta llegar a algo parecido al... ¿Amor?
El estilo de esta novela resulta similar al anterior, quizás un tanto más pulido, en el momento en que se introduce esta variedad de estilos. El protagonista nos cuenta la historia en primera persona, y he de decir que vivimos plenamente en el seso de Jean-Luc, acelerando el estilo en momentos de nerviosismo o más bien con una prosa llena de florituras cuando nos habla de su Principessa. La histora me ha gustado mucho más esta que la anterior, ya no se nos presenta ese secreto angustioso sobre la autoría de un libro, sino que más bien en este caso, la de unas cartas que llevarán a Jeam-Luc al extremo de busca a una desconocida entre los andenes de la estación. Por primera vez, admiro a una protagonista femenina, me encanta, su misterio, su cara dura y su arrogancia, y como consigue que nuestro Casanova caiga ante meras palabras.
Lo que más me ha gustado de esta novela son las cartas. Como adicta al Rococó, no es de extrañar, pero es que es todo, y me temo que me va a costar explicarme: En efecto, es un estilo azucarado y con mucha palabrería, pero con ese toque picante, en ocasiones entre líneas y en otras tan claro como el agua, que te hacen sonreír morbosamente mientras avanzas en la lectura. Son sumamente geniales y juguetonas, tanto las de él como las de ella. Otro aspecto interesante son todas las alusiones a la literatura y las artes, incluyendo entre las páginas una de las Odaliscas ce Boucher (Una genial sorpresa).
Esta ha sido una lectura que apenas me ha durado 3 días (Dejando de lado la longitud de los márgenes), entretenida y divertida, que nos hará reír hasta la última página a la par que suspirar en la última palabra. Adoro a la descarada Principessa y su prosa.
5 de 5
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