De la mano de:
Autor: Patrick Taylor
Editorial: Espasa
Año de publicación: 2009
Páginas: 368
ISBN: 9788467030600
Precio: 19,90 €
"Ballybucklebo. Así se llama el remoto pueblo de Irlanda al que llega por azar el joven doctor Barry Laverty. A pesar de sus buenas intenciones, pronto tendrá que reconocer que le queda mucho por aprender. Fingal Flahertie O’Reilly, un médico veterano cuyos métodos no son nada ortodoxos, acude al rescate. Más que el oficio, se volcará en enseñarle, sobre todo, a lidiar con los excéntricos vecinos que acuden a su consulta y que hacen de cada día una aventura de final incierto. Patrick Taylor empezó un diario en sus comienzos como médico rural. Las notas que iba esbozando le dieron pie a escribir una novela sobre un doctor joven e inexperto. El éxito de Doctor en Irlanda en Estados Unidos ha sido tal que el autor ha publicado una serie de cuatro novelas protagonizadas por el entrañable Barry Laverty."
OPINIÓN PERSONAL
Sinceramente, gracias, Espasa. Creo que es la primera (y posiblemente de las pocas que lo haga) reseña que empiezo dándole las gracias de manera explícita a una editorial, pero es que llevaba bastante tiempo detrás de este libro, buscándolo por grandes superficies y pequeñas, ya que había visto que habían rebajado el precio a 5'95, y uno no puede resistirse a ciertas gangas, así que me volví loco para no poder encontrarlo. Finalmente, Espasa oyó mis súplicas y, el día menos esperado, tras volver de clase, aquí estaba, en mi mesilla de entrada. En fin... Otra de mis odiseas por conseguir libros casi imposibles. Tengo que decir que, tras leerlo, me da una pena increíble que no se hayan seguido editando las siguientes novelas de Patrick Taylor centradas en Ballybucklebo, porque creo que merecen mucho la pena.
Empezaré diciendo que acudí a Doctor en Irlanda porque siempre he sido gran seguidor de la serie de Antena 3 Doctor Mateo, que, aunque es completamente diferente en planteamiento a la original, Doc Martin, creo que refleja mucho mejor esta idea de pueblo surrealista perdido de la mano de Dios. Con esto no quiero decir que vayamos a encontrar como protagonista un Mateo Sancristóbal, pero sí que se ve a un joven Barry Laverty, recién licenciado en medicina general en la década de los '60, que llega a Ballybucklebo con la intención de conseguir un puesto de médico rural de cabecera, un trabajo que no es tan simple como lo pintan. Allí se encontrará con Fingal Flaherty O'Reilly, un doctor muy rodado en la zona que le dará varios consejos para conseguir alcanzar el éxito en su carrera, de los cuales, el primero de ellos, es dejar que los vecinos no se le suban a la chepa. Se trata de una historia en la que un joven médico intenta encontrar su lugar en el mundo. O más bien en Ballybucklebo. La verdad es que, aunque la trama no es nada grandioso, ni tiene intrigas enormes de por medio (de hecho, podría considerarse como una serie de historias breves con una trama argumental de fondo), ni misterios por resolver que te mantengan en vilo, desde el primer momento te engancha, y creo que es porque tiene ese encanto de lo rural, de la inocencia e ingenuidad de quien vive recluido en un pequeño pueblo y no necesita nadie más, tiene esos personajes entrañables que te llegan y esos cabrones a los que odias. En definitiva, creo que engancha porque es algo que, de una u otra manera, podría pasarnos a todos y, de hecho, querríamos que nos pasara.
En cuanto a los personajes, ya he dicho que no son políticos de altas esferas, ni detectives sabueso o ladrones minuciosos, no, Doctor en Irlanda tiene jubilados con gatos, borrachos de pueblo, amas de casa, jóvenes que quieren ir a la universidad... Todo ello mezclado con ese toque de lo rural, de lo... Podría decir que idílico, de esos paisajes verdes con montañas, con casas entre prados, vacas, barro, perros, fiestas del pueblo... En definitiva, un pueblo de montaña que bien podría estar a media hora de nuestra casa. En parte, por eso me recuerda mucho más a la adaptación de Doctor Mateo que a Doc Martin, porque, además del paisaje, que creo que hay una evidente similitud entre Irlanda y Asturias, la gente allí es más surreal, más ingenua, más inocente... En definitiva, y con todo el cariño del mundo, más de pueblo. Y tengo que reconocer que eso es algo que siempre me ha dado envidia.
Por último hablaré del estilo de Patrick Taylor. Nunca había leído nada suyo, pero creo que es un estilo que se reconocería fácilmente. Narra de una manera que no se hace ni de lejos densa, algo que cabría esperar, supongo, de un médico que decide pasarse a la literatura (aunque tenemos el ejemplo de Conan Doyle, que hizo más de lo mismo y no le salió mal). Supongo que a todo esto le gana el hecho de que fueran experiencias personales en su vida de médico rural. Además, sabe contar todo con cierto toque humorístico y nostálgico, dejando como personajes entrañables a algunos que, de otra manera o bajo otra mano, habrían sido simples paletos de pueblo. Creo que no me equivoco si digo que es lo que hubiera escrito Christopher Moore si en lugar de ficción se hubiera dedicado a la novela costumbrista.
En definitiva, Patrick Taylor ha sabido llevarnos a esos pueblos cuyas vidas parecen grises y aburridas tiñéndolas con el verde de los paisajes irlandeses y el cariño de la gente de los pueblos que, al final, más que vecinos, terminan siendo una familia. Ha sabido narrarnos la superación personal de un joven estudiante y la forma de ver las cosas de alguien que quiere enseñar. Ha sabido hacernos ver que, de una u otra manera, el karma y las circunstancias ponen a cada uno en su sitio. Sinceramente, espero que no tarden en publicar el resto de libros, porque no creo que tuvieran ni un solo párrafo de desperdicio.
Empezaré diciendo que acudí a Doctor en Irlanda porque siempre he sido gran seguidor de la serie de Antena 3 Doctor Mateo, que, aunque es completamente diferente en planteamiento a la original, Doc Martin, creo que refleja mucho mejor esta idea de pueblo surrealista perdido de la mano de Dios. Con esto no quiero decir que vayamos a encontrar como protagonista un Mateo Sancristóbal, pero sí que se ve a un joven Barry Laverty, recién licenciado en medicina general en la década de los '60, que llega a Ballybucklebo con la intención de conseguir un puesto de médico rural de cabecera, un trabajo que no es tan simple como lo pintan. Allí se encontrará con Fingal Flaherty O'Reilly, un doctor muy rodado en la zona que le dará varios consejos para conseguir alcanzar el éxito en su carrera, de los cuales, el primero de ellos, es dejar que los vecinos no se le suban a la chepa. Se trata de una historia en la que un joven médico intenta encontrar su lugar en el mundo. O más bien en Ballybucklebo. La verdad es que, aunque la trama no es nada grandioso, ni tiene intrigas enormes de por medio (de hecho, podría considerarse como una serie de historias breves con una trama argumental de fondo), ni misterios por resolver que te mantengan en vilo, desde el primer momento te engancha, y creo que es porque tiene ese encanto de lo rural, de la inocencia e ingenuidad de quien vive recluido en un pequeño pueblo y no necesita nadie más, tiene esos personajes entrañables que te llegan y esos cabrones a los que odias. En definitiva, creo que engancha porque es algo que, de una u otra manera, podría pasarnos a todos y, de hecho, querríamos que nos pasara.
Por último hablaré del estilo de Patrick Taylor. Nunca había leído nada suyo, pero creo que es un estilo que se reconocería fácilmente. Narra de una manera que no se hace ni de lejos densa, algo que cabría esperar, supongo, de un médico que decide pasarse a la literatura (aunque tenemos el ejemplo de Conan Doyle, que hizo más de lo mismo y no le salió mal). Supongo que a todo esto le gana el hecho de que fueran experiencias personales en su vida de médico rural. Además, sabe contar todo con cierto toque humorístico y nostálgico, dejando como personajes entrañables a algunos que, de otra manera o bajo otra mano, habrían sido simples paletos de pueblo. Creo que no me equivoco si digo que es lo que hubiera escrito Christopher Moore si en lugar de ficción se hubiera dedicado a la novela costumbrista.
En definitiva, Patrick Taylor ha sabido llevarnos a esos pueblos cuyas vidas parecen grises y aburridas tiñéndolas con el verde de los paisajes irlandeses y el cariño de la gente de los pueblos que, al final, más que vecinos, terminan siendo una familia. Ha sabido narrarnos la superación personal de un joven estudiante y la forma de ver las cosas de alguien que quiere enseñar. Ha sabido hacernos ver que, de una u otra manera, el karma y las circunstancias ponen a cada uno en su sitio. Sinceramente, espero que no tarden en publicar el resto de libros, porque no creo que tuvieran ni un solo párrafo de desperdicio.
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