martes, 28 de enero de 2014

Reseña: El joven Lovecraft Nº1

De la mano de:

Título: El joven Lovecraft
Autor: José Oliver y Bartolo Torres
Editorial: Diábolo
Año de publicación: 2010
Páginas: 104
ISBN: 9788493494940
Precio: 14,95 €

"El joven Lovecraft lleva varios años apareciendo en la red en forma de tiras cómicas, y desde el primer momento ha enganchado a una amplia legión de seguidores que siguen las visicitudes de la infancia de Howie y de la amplia galería de personajes secundarios que desfilan por sus viñetas. 
Este álbum recoge todas las tiras aparecidas en internet, revisadas por los autores, y muchas más inéditas hasta ahora. Como tributo al personaje, el tomo contará con una amplia galería de ilustraciones de los siguientes autores: Dani Cruz, Jaume Balaguer, Cels Piñol, Maria Picassó, Ryan Spencer, Francois Launet, Felix Diaz, Rafael Macías, Laura Benzo, Guillem March, Sagar Fornies, Roger Ibáñez, Víctor Ibáñez, Meritxell Ribas, Oriol Hernández, Sergio Bleda y Miki Montlló."

OPINIÓN PERSONAL

Por alguna extraña razón, al margen de ciertas novelas gráficas largas, he sentido una gran predilección por los cómics de formato breve como Lupo Alberto o Garfield, y más aún, por una razón todavía más extraña, cuando los protagonistas son niños pequeños, como  es el caso de Malfada o de Calvin y Hobbes, así que no es de extrañar que desde que descubrí las aventuras de Oliver y Torres con El joven Lovecraft me llamaran la atención. Y por fin he conseguido hacerme con esta pequeña joya del cómics español.

Sé que detrás de la figura de Lovecraft hay mucho mito, del cual desconozco, ya que no es una figura que me llame excesivamente la atención, aunque no puedo negar que el universo de terror que genera a su alrededor me ha llamado siempre la atención, y es que los mitos del Cthulhu son ya universalmente conocidos (si no venerados). Bien es cierto que H. P. Lovecraft desbordaba imaginación por los cuatro costados, y es complicado imaginar su obra sin asociarla a un terror fantástico, mítico y casi místico, pero no debemos olvidar que Lovecraft, al igual que todos nosotros, algún día fue un niño normal y corriente... O al menos dentro de lo que cabe.
Por supuesto, en El joven Lovecraft no vamos a encontrar una biografía al uso de esta figura de la literatura, pero ¿y si Calvin, de Calvin y Hobbes, abriera una puerta hacia la dimensión del Cthulhu de The unspeakable vault of Doom? ¿Y si pudiéramos conocer lo que pensaba el joven Howard mientras leía y releía clásicos como Verne, Stevenson o Poe? Es exactamente eso lo que vienen a contarnos estos dos ingeniosos autores en estas sencillas viñetas. Por supuesto, encontramos un hilo conductor común como es el avance en la propia vida del joven, pero siempre manteniendo una idea de historia corta, casi a modo anecdótico, de cómo el cerebro de un niño puede oponerse a sí mismo de manera radical y dar lugar a situaciones tan grotescas como un ojo mágico momificado capaz de dar consejos sobre la vida, un ghoul al que se le va de las manos una barbacoa o a Rimbaud, Baudelaire y Poe peleando en una cripta mientras discuten borrachos sobre quién leerá sus poemas en primer lugar. No sé demasiado sobre la vida de Lovecraft, y aquél que quiera saber sobre este tema, seguro que hay biografías que le satisfacen mucho más, pero gracias a estas tiras cómicas puedo comprender mucho más sobre sus influencias o su imaginario de lo que hubiera podido llegar a pensar.


Como siempre sucede en estos casos, es el diseño de sus personajes el que más llama la atención, y es que en El joven Lovecraft, como sucede en todos los mencionados arriba, se deja de lado los paisajes, los añadidos recargados para la escena, lo innecesario y lo superfluo. El joven Lovecraft nos habla de ideas, de personajes, de humores, de sensaciones... Y para eso tenemos los diseños de Bartolo Torres. Tengo que reconocer que me han encantado, tal vez por su toque timburtonesco, tal vez por esa versión más dura de un Calvin imaginativo, y tengo que reconocer también que me da mucha envidia no poder realizar un trabajo como el que han hecho Torres y Oliver, siendo capaces de hacer que los personajes hablen con los gestos, pero transmitiendo con sus palabras. Por supuesto, y como ya he resaltado en alguna ora novela, en las ediciones que merecen la pena, terminé disfrutando también enormemente las ilustraciones de autores invitados que trasladan a su propia estética las figuras creadas por esta singular pareja.

La verdad es que no se me ocurre nada más que decir hasta que consiga hacerme con el segundo volumen, pero puedo decir y repetir una y mil veces que si os gustan las tiras cómicas de formato breve, un buen dibujo y una buena ambientación, sin estilos cargantes (tanto en la ilustración como en la historia), El joven Lovecraft es, posiblemente, una de las mejores opciones para tener entre vuestras manos. Señor Torres, señor Oliver, mi más sincera enhorabuena por devolverme la fe en el panorama del cómic español en formatos como éste.


4 de 5

2 comentarios:

Miri dijo...

A mí también me han gustado siempre las tiras cómicas breves tipo Garfield, Snoopy, Lupo Alberto (qué recuerdos cuando lo has mencionado), Calvin & Hobbes.... El joven Lovecraft lo conozco también, aunque lo he seguido de manera más irregular por internet. La verdad es que con esta reseña me han entrado ganas de comprármelo y leerlo mejor. Prefiero siempre leer en papel, manías que tengo. Así que mira, igual has conseguido que este fin de semana me haga con uno en mi tienda de cómics. Además, soy fan del universo Lovecraft y creo que lo voy a disfrutar bastante. Buena reseña :)
Saludos!

Ali dijo...

Tengo que reconocer que soy fan de Mafalda y me he leído su recopilación de tiras miles de veces, además de los que ya mencionas ahí que solía leer antes. Así que me lo anoto porque no conocía la existencia de este cómic.

Un besiño

martes, 28 de enero de 2014

Reseña: El joven Lovecraft Nº1

De la mano de:

Título: El joven Lovecraft
Autor: José Oliver y Bartolo Torres
Editorial: Diábolo
Año de publicación: 2010
Páginas: 104
ISBN: 9788493494940
Precio: 14,95 €

"El joven Lovecraft lleva varios años apareciendo en la red en forma de tiras cómicas, y desde el primer momento ha enganchado a una amplia legión de seguidores que siguen las visicitudes de la infancia de Howie y de la amplia galería de personajes secundarios que desfilan por sus viñetas. 
Este álbum recoge todas las tiras aparecidas en internet, revisadas por los autores, y muchas más inéditas hasta ahora. Como tributo al personaje, el tomo contará con una amplia galería de ilustraciones de los siguientes autores: Dani Cruz, Jaume Balaguer, Cels Piñol, Maria Picassó, Ryan Spencer, Francois Launet, Felix Diaz, Rafael Macías, Laura Benzo, Guillem March, Sagar Fornies, Roger Ibáñez, Víctor Ibáñez, Meritxell Ribas, Oriol Hernández, Sergio Bleda y Miki Montlló."

OPINIÓN PERSONAL

Por alguna extraña razón, al margen de ciertas novelas gráficas largas, he sentido una gran predilección por los cómics de formato breve como Lupo Alberto o Garfield, y más aún, por una razón todavía más extraña, cuando los protagonistas son niños pequeños, como  es el caso de Malfada o de Calvin y Hobbes, así que no es de extrañar que desde que descubrí las aventuras de Oliver y Torres con El joven Lovecraft me llamaran la atención. Y por fin he conseguido hacerme con esta pequeña joya del cómics español.

Sé que detrás de la figura de Lovecraft hay mucho mito, del cual desconozco, ya que no es una figura que me llame excesivamente la atención, aunque no puedo negar que el universo de terror que genera a su alrededor me ha llamado siempre la atención, y es que los mitos del Cthulhu son ya universalmente conocidos (si no venerados). Bien es cierto que H. P. Lovecraft desbordaba imaginación por los cuatro costados, y es complicado imaginar su obra sin asociarla a un terror fantástico, mítico y casi místico, pero no debemos olvidar que Lovecraft, al igual que todos nosotros, algún día fue un niño normal y corriente... O al menos dentro de lo que cabe.
Por supuesto, en El joven Lovecraft no vamos a encontrar una biografía al uso de esta figura de la literatura, pero ¿y si Calvin, de Calvin y Hobbes, abriera una puerta hacia la dimensión del Cthulhu de The unspeakable vault of Doom? ¿Y si pudiéramos conocer lo que pensaba el joven Howard mientras leía y releía clásicos como Verne, Stevenson o Poe? Es exactamente eso lo que vienen a contarnos estos dos ingeniosos autores en estas sencillas viñetas. Por supuesto, encontramos un hilo conductor común como es el avance en la propia vida del joven, pero siempre manteniendo una idea de historia corta, casi a modo anecdótico, de cómo el cerebro de un niño puede oponerse a sí mismo de manera radical y dar lugar a situaciones tan grotescas como un ojo mágico momificado capaz de dar consejos sobre la vida, un ghoul al que se le va de las manos una barbacoa o a Rimbaud, Baudelaire y Poe peleando en una cripta mientras discuten borrachos sobre quién leerá sus poemas en primer lugar. No sé demasiado sobre la vida de Lovecraft, y aquél que quiera saber sobre este tema, seguro que hay biografías que le satisfacen mucho más, pero gracias a estas tiras cómicas puedo comprender mucho más sobre sus influencias o su imaginario de lo que hubiera podido llegar a pensar.


Como siempre sucede en estos casos, es el diseño de sus personajes el que más llama la atención, y es que en El joven Lovecraft, como sucede en todos los mencionados arriba, se deja de lado los paisajes, los añadidos recargados para la escena, lo innecesario y lo superfluo. El joven Lovecraft nos habla de ideas, de personajes, de humores, de sensaciones... Y para eso tenemos los diseños de Bartolo Torres. Tengo que reconocer que me han encantado, tal vez por su toque timburtonesco, tal vez por esa versión más dura de un Calvin imaginativo, y tengo que reconocer también que me da mucha envidia no poder realizar un trabajo como el que han hecho Torres y Oliver, siendo capaces de hacer que los personajes hablen con los gestos, pero transmitiendo con sus palabras. Por supuesto, y como ya he resaltado en alguna ora novela, en las ediciones que merecen la pena, terminé disfrutando también enormemente las ilustraciones de autores invitados que trasladan a su propia estética las figuras creadas por esta singular pareja.

La verdad es que no se me ocurre nada más que decir hasta que consiga hacerme con el segundo volumen, pero puedo decir y repetir una y mil veces que si os gustan las tiras cómicas de formato breve, un buen dibujo y una buena ambientación, sin estilos cargantes (tanto en la ilustración como en la historia), El joven Lovecraft es, posiblemente, una de las mejores opciones para tener entre vuestras manos. Señor Torres, señor Oliver, mi más sincera enhorabuena por devolverme la fe en el panorama del cómic español en formatos como éste.


4 de 5

2 comentarios:

Miri dijo...

A mí también me han gustado siempre las tiras cómicas breves tipo Garfield, Snoopy, Lupo Alberto (qué recuerdos cuando lo has mencionado), Calvin & Hobbes.... El joven Lovecraft lo conozco también, aunque lo he seguido de manera más irregular por internet. La verdad es que con esta reseña me han entrado ganas de comprármelo y leerlo mejor. Prefiero siempre leer en papel, manías que tengo. Así que mira, igual has conseguido que este fin de semana me haga con uno en mi tienda de cómics. Además, soy fan del universo Lovecraft y creo que lo voy a disfrutar bastante. Buena reseña :)
Saludos!

Ali dijo...

Tengo que reconocer que soy fan de Mafalda y me he leído su recopilación de tiras miles de veces, además de los que ya mencionas ahí que solía leer antes. Así que me lo anoto porque no conocía la existencia de este cómic.

Un besiño