De la mano de:
Autor: Lois Lowry
Editorial: Everest
Año de publicación: 2009
Páginas: 256
ISBN: 9788424136079
Precio: 14,96 €
"Nora, una huérfana con una pierna torcida, vive en un mundo donde los “débiles” son dejados de lado. Desde el momento en que muere su madre, teme por su futuro hasta que es perdonada por el poderoso Consejo de Guardianes. La razón es que Nora tiene un don: sus dedos poseen la habilidad de bordar de manera extraordinaria. Supera con creces a la habilidad que mostraba su madre, por lo que se le encomienda una tarea que ningún otro miembro de la comunidad puede desarrollar. Mientras su talento la mantiene viva y le supone ciertos privilegios, se da cuenta de que está rodeada de misterios y secretos. Nadie debe saber de su intención de descubrir la verdad sobre su mundo, además de averiguar qué existe más allá de sus límites. La libertad y seguridad, la dignidad, el poder, trabajo, la jerarquización, la vida y la muerte son algunos de los muchos temas de esta magnífica novela de la afamada escritora Lois Lowry (El Dador, Premio Newbwery), que cautivará al joven lector, además de hacerle reflexionar sobre el mundo en que vivimos."
OPINIÓN PERSONAL
Como ya dije en la reseña de El Dador, hacía años que tenía ganas de continuar con la historia comenzada, así que, sin saber muy bien hacia dónde me llevaría todo esto, cuando Everest me dio la oportunidad, me lancé de cabeza sin dudarlo. Y no ha sido una mala experiencia, todo sea dicho.
En En busca del azul se nos cuenta la historia de Nora, una joven tullida y muy dotada para la confección de tapices, que acaba de perder a su madre a causa de una enfermedad, dejando a medias su labor como madre y como mentora para la elaboración de tintes. A diferencia de la sociedad que se nos presenta en El Dador, Nora vive en un pueblo algo más rústico, de caza y ganadería para sobrevivir y casi con aires primitivos, regido por una élite que busca llevar una vida más o menos apacible. Al contrario que con otros, el Consejo le dio a Nora la oportunidad de seguir viviendo a pesar de haber nacido con alguna debilidad, sin ser arrojada a las bestias, y no es casualidad que años más tarde descubriera su don. Tras haber muerto su madre, Vandara, una mujer bastante demente y cruel, pide, una vez más, que el pueblo se deshaga de Nora, llevándola antes el Consejo. Es allí donde la joven tullida encontrará un futuro más cómodo, aunque a un alto precio como tejedora que, poco a poco, irá descubriendo con ayudas de Tomás, Jo y Mat.
Sinceramente, me sorprendió bastante encontrarme con todo esto, ya que supone un señor cambio respecto a la novela anterior. Cambio de ubicación, de protagonista, de sociedad, de principios... Sin embargo, creo que hace un gran contraste y a la par le da una gran similitud, y eso es lo que le da parte de su encanto. En El Dador teníamos un pueblo que daba una impresión casi futurista, sencillo, pero avanzado en muchos sentidos, llegando a imaginarlo todo de un blanco impoluto, o al menos en una gama cromática muy simple. En En busca del azul cambiamos de tercio y se nos lleva a un pueblo que da una impresión casi primitiva, muy rudimentario y basto, pero con una muy rica gama cromática, jugando incluso con eso desde el argumento principal en contraste con todo lo vivido por Jonás. Sin embargo, y a pesar de todas estas distancias de localización, de ideas, de personajes... Continuamos viendo esa misma división jerárquica, esa decisión de unos pocos a decidir sobre la vida del resto, y creo que convierte, a pesar de lo que pueda parecer una lectura superficial, como ya comenté en la anterior reseña, a esta saga en algo más que una lectura amena para pasar el rato.
La verdad es que la continuidad respecto a la primera es algo que únicamente veremos al final, así que tampoco esperéis seguir viendo a Jonás desde un principio. Esta vez nos encontraremos con Nora, una joven dañada físicamente, pero muy fuerte a nivel moral, con ganas de seguir con su vida a pesar de saber que tampoco llegará increíblemente lejos (o eso mismo piensa ella). Tomás nos permitirá ver la situación de aquellos que viven en el desconocimiento, tal y como sucedía con los habitantes del Capitolio en Distritos, quienes únicamente se resignaban a creer que todo iba bien porque es lo que les contaban. Jo... En fin... No tiene un gran papel, y creo que hubiera podido estar bien seguir viéndola más adelante, ya que podría haber dado más de sí a nivel argumental, pero es más un desencadenante de algunas de las dudas que les surgen a nuestros protagonistas sobre la bondad y la obligación. Y Mat es Mat. Podría definírsele como un chico alegre, amigo de sus amigos, risueño... Pero es Mat. Sólo se le puede querer.
Por supuesto, encontramos muchos otros como Anabela, conocedora de la verdad y que, como tal, desaparece pronto, o Jacobo, uno de esos personajes que se sitúan en la élite y que parece querer ayudar de verdad a Nora dándole un nuevo hogar y un trabajo en el que destacar. Sin embargo, muchos de ellos tienen una doble cara que, aunque predecible en algunos casos, muy bien llevada para darle intensidad a la historia. Salvo Mat. Mat es Mat.
Es una continuación que, aunque todavía se queda algo coja en lo que respecta a darnos información sobre el porqué se ha llegado a esas sociedades tan distópicas, es altamente recomendable. Personalmente, agradezco que Lois Lowry se decidiera a no crear una saga, sino un universo donde contarnos sus historias que, al igual que en El principito, nos hacen disfrutar de niños y nos hacen reflexionar de mayores.
Sinceramente, me sorprendió bastante encontrarme con todo esto, ya que supone un señor cambio respecto a la novela anterior. Cambio de ubicación, de protagonista, de sociedad, de principios... Sin embargo, creo que hace un gran contraste y a la par le da una gran similitud, y eso es lo que le da parte de su encanto. En El Dador teníamos un pueblo que daba una impresión casi futurista, sencillo, pero avanzado en muchos sentidos, llegando a imaginarlo todo de un blanco impoluto, o al menos en una gama cromática muy simple. En En busca del azul cambiamos de tercio y se nos lleva a un pueblo que da una impresión casi primitiva, muy rudimentario y basto, pero con una muy rica gama cromática, jugando incluso con eso desde el argumento principal en contraste con todo lo vivido por Jonás. Sin embargo, y a pesar de todas estas distancias de localización, de ideas, de personajes... Continuamos viendo esa misma división jerárquica, esa decisión de unos pocos a decidir sobre la vida del resto, y creo que convierte, a pesar de lo que pueda parecer una lectura superficial, como ya comenté en la anterior reseña, a esta saga en algo más que una lectura amena para pasar el rato.
Por supuesto, encontramos muchos otros como Anabela, conocedora de la verdad y que, como tal, desaparece pronto, o Jacobo, uno de esos personajes que se sitúan en la élite y que parece querer ayudar de verdad a Nora dándole un nuevo hogar y un trabajo en el que destacar. Sin embargo, muchos de ellos tienen una doble cara que, aunque predecible en algunos casos, muy bien llevada para darle intensidad a la historia. Salvo Mat. Mat es Mat.
Es una continuación que, aunque todavía se queda algo coja en lo que respecta a darnos información sobre el porqué se ha llegado a esas sociedades tan distópicas, es altamente recomendable. Personalmente, agradezco que Lois Lowry se decidiera a no crear una saga, sino un universo donde contarnos sus historias que, al igual que en El principito, nos hacen disfrutar de niños y nos hacen reflexionar de mayores.
4'5 de 5
1 comentario:
Tras terminar hace unos días the giver, que me encantó, ya tengo entre mis manos En busca del azul que, aunque totalmente diferente al tipo de vida y sociedad que aparece en el primero me está gustando muchísimo y ya tengo el tercero preparado.
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