viernes, 20 de septiembre de 2013

Reseña: El joven Moriarty: El misterio del dodo

De la mano de:

Título: El joven Moriarty: El misterio del dodo
Autor: Sofía Rhei
Editorial: Fábulas de Albión
Año de publicación: 2013
Páginas: 208
ISBN: 9788493937959
Precio: 16 €

"El tío Theodosius ha regresado de uno de sus viajes por el mundo, y ha traído un espé- cimen de lo más peculiar: un pájaro dodo, al que todo el mundo creía extinto. Lo malo es que el pobre bicho tiene muchos enemi- gos, casi tantos como invitados acuden a la suntuosa fiesta de recepción que el padre de James Moriarty celebra en honor del explorador. Puede que James Moriarty no sea el niño más sociable ni más agradable del mundo, pero cuando se empeña en algo, no se detie- ne ante nada. En este libro podréis conocer al pájaro dodo, al señor Darwin, a una institutriz que guarda secretos, a un pequeño asesino vestido de negro, a una baronesa con un ojo de cristal, a un gourmet capaz de comerse cualquier cosa, a una hechicera africana, a un aristócrata arruinado, a una actriz men- tirosa, al escritor de “Alicia en el país de las maravillas”, a la propia Alicia, y a un caracol africano gigante. Un misterio lleno de humor y sorpresas."

OPINIÓN PERSONAL

Muchas son las versiones, revisiones y adaptaciones del eterno detective: Sherlock Holmes. Eso por no hablar de las incontables novelas que ha influido de una u otra manera su físico, su forma de ser, su capacidad de deducción... Y en el mundo del cine ya ni entramos. Pero en esa escena había más personas, estaba un John Watson, muchas veces olvidado, una Irene Adler, en tantas ocasiones mitificada, una señora Hudson, tan querida por todos... Pero la gran pregunta es: ¿A alguien le importa lo más mínimo James Moriarty? A mí sí. Y punto. Y me alegra que a Sofía Rhei también. 

El joven Moriarty: El misterio del dodo nos habla de las... Digamos aventuras de un James Moriarty niño, ese futuro profesor de matemáticas y mente criminal que siempre ha estado detrás de la escena de Holmes. Pero esta vez es completamente diferente. Ya son muchas las veces que se nos intenta mostrar una infancia olvidada o inventada del protagonista de una obra, pero ¿y si en lugar de Harry Potter y la piedra filosofal hubiera sido Draco Malfoy y la piedra filosofal? El niño malo también tiene una infancia, y el Napoleón del crimen no podía ser menos.
La historia nos habla de cómo James Moriarty, un jovencito inquieto y algo apático, recibe junto a su familia a su tío Theodosius a su vuelta de un viaje por el continente africano. Por supuesto, trae recuerdos y regalos para todos y, además, una sorpresa mayúscula: Un dodo. ¿Quién puede esperar un dodo en el salón de su casa? Por supuesto, semejante descubrimiento bien merece una cena rodeado de personajes tan importantes como Charles Lutwidge Dodgson (Lewis Carroll) o Charles Darwin. El misterio empieza cuando, a mitad de la reunión, el dodo desaparece sin dejar rastro, y sólo James Moriarty, acompañado, cómo no, de un pequeño e ingenuo John Watson, y Arabella, la hermana del pequeño criminal, pueden resolver el caso.
La historia en sí es bastante sencilla, con un misterio sencillo, unos culpables que únicamente consiguen inculparse más aún a pesar de no haber cometido el crimen y una resolución al más puro estilo de las novelas de Agatha Christie donde el detective reúne a todo el mundo para descubrir al criminal. Si bien la idea es bastante buena y con una narrativa muy amena, tengo que decir que lo he disfrutado como un enano viendo la recopilación de guiños literarios e históricos que encontramos a lo largo de toda la novela, recogiendo los hechos más significativos del XIX que, espero, continúen repitiéndose en las futuras entregas del joven Moriarty.


En este caso los protagonistas dejan de ser los adultos, aquellos que parece que rigen el mundo y crean sus propias normas, para pasar a ser los niños, convirtiéndose en una novela de aventuras con un toque a lo Solo en casa donde un montaplatos puede ser el inicio de una muy buena historia. La verdad es que hay personajes para todos los gustos, desde el inocente y servicial John hasta la repelente pero educada Arabella, aunque, por supuesto, destaca por encima de ellos James Moriarty. Este pequeño genio ya deja entrever que no piensa o siente como el resto del mundo, sin destacar precisamente por una gran inteligencia o acercamiento a la gente ni que sea por mero interés, pero sí una intención y una valentía que hacen que sea un joven príncipe maquiavélico. Y es que el fin siempre justifica los medios.

En resumen, aunque la historia puede parecer sencilla o incluso infantil, se convierte en una lectura muy ligera y amena que, lejos de quedarse en una lectura superficial, puede hacer las delicias de los que, como yo, disfrutan descubriendo referencias ocultas a pasajes de la cultura popular literaria. Siempre acompañado por unas ilustraciones de Alfonso Rodríguez Barrera que casi recuerdan más a las tiras cómicas de un diario que a dibujos infantiles, y es que El misterio del dodo es también, o así lo veo yo, una crítica a ese momento en el que muchos adultos olvidan que alguna vez fueron niños.


4 de 5

2 comentarios:

Alicia R dijo...

Holaaaa
Nunca he leído nada relacionado con sherlock holles pero si he visto las pelis y la verdad me parece una buena historia para empezar
Un besoo

Anónimo dijo...

la wea mala

viernes, 20 de septiembre de 2013

Reseña: El joven Moriarty: El misterio del dodo

De la mano de:

Título: El joven Moriarty: El misterio del dodo
Autor: Sofía Rhei
Editorial: Fábulas de Albión
Año de publicación: 2013
Páginas: 208
ISBN: 9788493937959
Precio: 16 €

"El tío Theodosius ha regresado de uno de sus viajes por el mundo, y ha traído un espé- cimen de lo más peculiar: un pájaro dodo, al que todo el mundo creía extinto. Lo malo es que el pobre bicho tiene muchos enemi- gos, casi tantos como invitados acuden a la suntuosa fiesta de recepción que el padre de James Moriarty celebra en honor del explorador. Puede que James Moriarty no sea el niño más sociable ni más agradable del mundo, pero cuando se empeña en algo, no se detie- ne ante nada. En este libro podréis conocer al pájaro dodo, al señor Darwin, a una institutriz que guarda secretos, a un pequeño asesino vestido de negro, a una baronesa con un ojo de cristal, a un gourmet capaz de comerse cualquier cosa, a una hechicera africana, a un aristócrata arruinado, a una actriz men- tirosa, al escritor de “Alicia en el país de las maravillas”, a la propia Alicia, y a un caracol africano gigante. Un misterio lleno de humor y sorpresas."

OPINIÓN PERSONAL

Muchas son las versiones, revisiones y adaptaciones del eterno detective: Sherlock Holmes. Eso por no hablar de las incontables novelas que ha influido de una u otra manera su físico, su forma de ser, su capacidad de deducción... Y en el mundo del cine ya ni entramos. Pero en esa escena había más personas, estaba un John Watson, muchas veces olvidado, una Irene Adler, en tantas ocasiones mitificada, una señora Hudson, tan querida por todos... Pero la gran pregunta es: ¿A alguien le importa lo más mínimo James Moriarty? A mí sí. Y punto. Y me alegra que a Sofía Rhei también. 

El joven Moriarty: El misterio del dodo nos habla de las... Digamos aventuras de un James Moriarty niño, ese futuro profesor de matemáticas y mente criminal que siempre ha estado detrás de la escena de Holmes. Pero esta vez es completamente diferente. Ya son muchas las veces que se nos intenta mostrar una infancia olvidada o inventada del protagonista de una obra, pero ¿y si en lugar de Harry Potter y la piedra filosofal hubiera sido Draco Malfoy y la piedra filosofal? El niño malo también tiene una infancia, y el Napoleón del crimen no podía ser menos.
La historia nos habla de cómo James Moriarty, un jovencito inquieto y algo apático, recibe junto a su familia a su tío Theodosius a su vuelta de un viaje por el continente africano. Por supuesto, trae recuerdos y regalos para todos y, además, una sorpresa mayúscula: Un dodo. ¿Quién puede esperar un dodo en el salón de su casa? Por supuesto, semejante descubrimiento bien merece una cena rodeado de personajes tan importantes como Charles Lutwidge Dodgson (Lewis Carroll) o Charles Darwin. El misterio empieza cuando, a mitad de la reunión, el dodo desaparece sin dejar rastro, y sólo James Moriarty, acompañado, cómo no, de un pequeño e ingenuo John Watson, y Arabella, la hermana del pequeño criminal, pueden resolver el caso.
La historia en sí es bastante sencilla, con un misterio sencillo, unos culpables que únicamente consiguen inculparse más aún a pesar de no haber cometido el crimen y una resolución al más puro estilo de las novelas de Agatha Christie donde el detective reúne a todo el mundo para descubrir al criminal. Si bien la idea es bastante buena y con una narrativa muy amena, tengo que decir que lo he disfrutado como un enano viendo la recopilación de guiños literarios e históricos que encontramos a lo largo de toda la novela, recogiendo los hechos más significativos del XIX que, espero, continúen repitiéndose en las futuras entregas del joven Moriarty.


En este caso los protagonistas dejan de ser los adultos, aquellos que parece que rigen el mundo y crean sus propias normas, para pasar a ser los niños, convirtiéndose en una novela de aventuras con un toque a lo Solo en casa donde un montaplatos puede ser el inicio de una muy buena historia. La verdad es que hay personajes para todos los gustos, desde el inocente y servicial John hasta la repelente pero educada Arabella, aunque, por supuesto, destaca por encima de ellos James Moriarty. Este pequeño genio ya deja entrever que no piensa o siente como el resto del mundo, sin destacar precisamente por una gran inteligencia o acercamiento a la gente ni que sea por mero interés, pero sí una intención y una valentía que hacen que sea un joven príncipe maquiavélico. Y es que el fin siempre justifica los medios.

En resumen, aunque la historia puede parecer sencilla o incluso infantil, se convierte en una lectura muy ligera y amena que, lejos de quedarse en una lectura superficial, puede hacer las delicias de los que, como yo, disfrutan descubriendo referencias ocultas a pasajes de la cultura popular literaria. Siempre acompañado por unas ilustraciones de Alfonso Rodríguez Barrera que casi recuerdan más a las tiras cómicas de un diario que a dibujos infantiles, y es que El misterio del dodo es también, o así lo veo yo, una crítica a ese momento en el que muchos adultos olvidan que alguna vez fueron niños.


4 de 5

2 comentarios:

Alicia R dijo...

Holaaaa
Nunca he leído nada relacionado con sherlock holles pero si he visto las pelis y la verdad me parece una buena historia para empezar
Un besoo

Anónimo dijo...

la wea mala