De la mano de:
Autor: Arthur Conan Doyle
Editorial: Debolsillo
Año de publicación: 2012
Páginas: 160
ISBN: 9788499897103
Precio: 7,95 €
"Estudio en escarlata es la primera obra de Arthur Conan Doyle en la que aparece Sherlock Holmes, no sólo el detective más famoso de la realidad y la ficción de todos los tiempos, sino uno de los personajes más entrañables, populares e imperecederos de la literatura. Un cadáver hallado en extrañas circunstancias en una casa deshabitada provoca que los agentes de policía de Scotland Yard se pierdan en divagaciones equivocadas. Y, por si fuera poco, un nuevo asesinato parece complicar aún más la historia. Para resolver el misterio, habría que remontarse en el tiempo a otros asesinatos ocurridos hace 30 años en la ciudad mormona de Salt Lake City... Sólo Sherlock Holmes, gracias a sus implacables poderes deductivos y forenses, será capaz de solventar el crimen."
OPINIÓN PERSONAL
En esta primera reseña por mi parte del reto de los clásicos, más que de una lectura, se trata de una relectura, ya que, otra cosa no, pero Estudio en escarlata es algo a lo que hace ya tiempo había echado el guante, pero no podía resistir la tentación de volver a hacerlo. Esto de releer libros no es algo que acostumbre a hacer, pero creía que era la ocasión perfecta para retomar una lectura que me parece de carácter obligatorio. ¿Quién no ha oído hablar de Sherlock Holmes y John H. Watson? ¿Quién no ha visto de una u otra manera El sabueso de los Baskerville? ¿Quién no ha visto Sherlock Hound, Sherlock Holmes, Sherlock o cualquier otra adaptación? Pero sé que mucha gente no conoce cómo empezó todo, cómo se conoció la extraña pareja. Y ése es motivo más que suficiente para retomar este clásico.
Tengo un par de ediciones de los libros del detective, pero la que he seleccionado es la que utilizo para leer y llevar en la cartera, además de por ser más ligera, porque me parece una buena edición, además de por el márketing que supone el hecho de la serie de Sherlock de la BBC (suprema, por cierto), porque inician todas las novelas con un pequeño prólogo redactado por actores, directores, guionistas... De la serie y cómo fue su primer contacto con el mítico personaje de Conan Doyle, y eso siempre me parece bonito.
En cuanto a la novela, la verdad es que lo considero como un libro básico para cualquier estantería. Bueno... Éste y todos los de Sherlock Holmes. Son novelas cortas o relatos breves muy ligeros de leer y con giros constantes que aprovechan el extraño carácter del detective para mantenernos en vilo. El narrador, como siempre, es Watson, un médico militar que regresa a Londres tras la guerra en Afganistán con una herida de bala. Creo que Conan Doyle sabe reflejar bastante bien el escepticismo de una persona que cree haberlo visto todo en el campo de batalla y que, de buenas a primeras, se encuentra de manera completamente fortuita (todo por encontrarse con un viejo compañero de estudios que, a su vez, es conocido de Holmes) metido de lleno en una vida rodeada de asesinatos, misterios, soluciones lógicas pero pasadas por alto... En definitiva, en un mundo donde todo vale y prima más la intuición que lo tangible.
Por otro lado encontramos a Sherlock Holmes, un detective algo excéntrico, asocial, amoral, capaz de darlos todo a favor de la ciencia... Así, desde el principio, vemos que experimenta en un laboratorio con muestras de sangre mientras nos deja entrever que ha olvidado su fusta en el depósito de cadáveres. Se trata de un personaje incapaz de ver maldad en nada de lo que hace, ya que no daña a nadie que no sea a sí mismo (siempre con finalidades de investigación) y algún día sabe que puede ayudarle a salvar vidas. Sinceramente, un personaje que marcó un antes y un después en toda la literatura y las producciones audiovisuales policíacas. Con todos mis respetos al Dupin de Poe, claro, pero las cosas son lo que son.
La trama no es, al menos con todo lo que consumimos en estos temas hoy día, nada del otro mundo: Un asesinato, unas palabras escritas en sangre, unas marcas de ruedas de carruaje a la puerta de una casa abandonada en Lauriston Gardens... La verdad es que tiene todos los elementos que le hacen falta a una novela de este tipo, incluso una... Digamos "segunda novela" que sirve para enlazar todos los cabos del porqué sobre el asesino y el porqué sobre los asesinados. Eso sí, todo ello contado en primera persona de una manera impecable, como si estuviéramos leyendo un diario personal de, en este caso, el propio Watson. Sinceramente, me sorprende descubrir que cada médico que se pasa al mundo de la literatura consigue cultivar un estilo tan personal y propio, algo que no había vuelto a ver hasta que cogí Doctor en Irlanda. Para que luego digan que los médicos tienen mala letra...
No quiero extenderme mucho más, porque la verdad es que creo que poco se puede decir de esta novela si no se llega a leer. Simplemente creo que, aunque no es el mejor trabajo de Conan Doyle, sí que deja bien marcadas las líneas de su propio estilo y de sus personajes que, sinceramente, creo que vivirán para siempre en el tiempo.
Por otro lado encontramos a Sherlock Holmes, un detective algo excéntrico, asocial, amoral, capaz de darlos todo a favor de la ciencia... Así, desde el principio, vemos que experimenta en un laboratorio con muestras de sangre mientras nos deja entrever que ha olvidado su fusta en el depósito de cadáveres. Se trata de un personaje incapaz de ver maldad en nada de lo que hace, ya que no daña a nadie que no sea a sí mismo (siempre con finalidades de investigación) y algún día sabe que puede ayudarle a salvar vidas. Sinceramente, un personaje que marcó un antes y un después en toda la literatura y las producciones audiovisuales policíacas. Con todos mis respetos al Dupin de Poe, claro, pero las cosas son lo que son.
La trama no es, al menos con todo lo que consumimos en estos temas hoy día, nada del otro mundo: Un asesinato, unas palabras escritas en sangre, unas marcas de ruedas de carruaje a la puerta de una casa abandonada en Lauriston Gardens... La verdad es que tiene todos los elementos que le hacen falta a una novela de este tipo, incluso una... Digamos "segunda novela" que sirve para enlazar todos los cabos del porqué sobre el asesino y el porqué sobre los asesinados. Eso sí, todo ello contado en primera persona de una manera impecable, como si estuviéramos leyendo un diario personal de, en este caso, el propio Watson. Sinceramente, me sorprende descubrir que cada médico que se pasa al mundo de la literatura consigue cultivar un estilo tan personal y propio, algo que no había vuelto a ver hasta que cogí Doctor en Irlanda. Para que luego digan que los médicos tienen mala letra...
No quiero extenderme mucho más, porque la verdad es que creo que poco se puede decir de esta novela si no se llega a leer. Simplemente creo que, aunque no es el mejor trabajo de Conan Doyle, sí que deja bien marcadas las líneas de su propio estilo y de sus personajes que, sinceramente, creo que vivirán para siempre en el tiempo.
4'5 de 5
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