Kazuo Koike y Gôseki Kojima | ECC | 9788416409075 | 253 Págs. | 9,95€
En este nuevo volumen, se podría decir que la trama tiene un esquema similar al anterior, en el sentido de que seguimos a Mondo en un viaje que parece no tener fin, en el que van surgiendo toda una serie de peligros e intentos se asesinato a los que, cómo no, escapa sin ningún tipo de problema. Si bien, se introduce una novedad de la mano de un nuevo personaje, también con la responsabilidad de asesinarlo, aunque veremos como se va a iniciar entre ambos una relación que va más allá, a pesar de surgir repentinamente.
Quiero aprovechar este cuarto tomo para comentar una serie de cosas que estoy viendo a lo largo de esta obra. La primero es que el protagonista casi resulta un tanto anticasrimático dadas sus victorias y su forma de tratar a las mujeres que los acompañan (esto aparece también en los siguientes volúmenes). Hay que reconocer sus habilidades y capacidad para superponerse y enfrentarse a sus enemigos, pero si seguridad rebasa los límites, así como su actitud, justa, pero excesivamente... sobrada. Igualmente, lo mismo ocurre con los personajes femeninos: anteriormente ya hablábamos de Fukiko y como su comportamiento puede estar determinado por su edad, si bien, la nueva incorporación al reparto de personajes también es similar, está completamente rendida a Mondo, además de forma repentina y completamente aleatoria. Y, además, él es consciente de ello y lo usa a su favor, osea, que puedes pensar que muy bien, que es muy inteligente, pero la forma de plantearlo resulta anticarismática.
En fin, realmente parece que todos los elementos de este manga se han puesto de acuerdo para centrarse únicamente en realzar las virtudes del protagonista en todos los campos presentes.
En resumidas cuentas, la historia de El hombre sediento sigue el mismo esquema que el volumen anterior, centrándose en el viaje de Mondo y los peligros que lo acechan en el camino, con ataques y defensas cada vez más imaginativos que incluyen la aparición de un nuevo personaje en la trama.
By: @María.
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