De la mano de:
Autor: José Oliver y Bartolo Torres
Editorial: Diábolo
Año de publicación: 2014
Páginas: 104
ISBN: 9788415839989
Precio: 12,95 €
"Nueva entrega de las aventuras de Lovie y sus amigos. De esta exitosa serie se ha dicho: Llevo ya algunos años situando a El joven Lovecraft en mis listados de recomendaciones y me temo que así será durante mucho tiempo.
Cels Piñol
Si os gustan las tiras cómicas de formato breve, un buen dibujo y una buena ambientación, sin estilos cargantes (tanto en la ilustración como en la historia), El joven Lovecraft es, posiblemente, una de las mejores opciones para tener entre vuestras manos.
La Mesilla de Noche
Un libro muy recomendable y muy divertido."
Cels Piñol
Si os gustan las tiras cómicas de formato breve, un buen dibujo y una buena ambientación, sin estilos cargantes (tanto en la ilustración como en la historia), El joven Lovecraft es, posiblemente, una de las mejores opciones para tener entre vuestras manos.
La Mesilla de Noche
Un libro muy recomendable y muy divertido."
OPINIÓN PERSONAL
Sí, puede sonar a autobombo, pero estoy tan sorprendido, hasta el punto de haberme dado cuenta al ir a copiar la sinopsis del tomo, como vosotros de que este blog se haya mencionado a modo publicitario para este volumen. No vamos a negar que es un orgullo, así que al menos haré la reseña motivado.
Yo creía haber reseñado el tercer volumen de El joven Lovecraft, aunque parece ser que se me pasó por alto. Si bien creo que el tercero se me hizo un poco más repetitivo, y reconozco que tenía algunas dudas respecto al cuarto, al leerlo se me hizo, posiblemente, el más ameno de todos los recopilatorios de viñetas de estos dos autores.
No sabía muy bien qué esperar al abrir las páginas del cuarto número y me encontré con una grata sorpresa: Un cuarto tomo a modo de... Podríamos decir homenaje o recopilación de las aventuras vividas hasta el momento por el propio Howie. Podemos ver así aventuras de tood tipo, desde los poetas de ultratumba hasta los perros espectrales, desde las tías de Howie hasta Siouxie y su joven amigo nórdico, desde el propio Lovecraft hasta los autores de estas ingeniosas tiras. Simple y llanamente, el cuarto volumen es una revisión de todos estos años de trabajo, un compendio y una reflexión, o algo así, de las aventuras de un personaje que, tal vez, naciera sin demasiadas pretensiones y que, sin comerlo ni beberlo, ha llegado hasta donde está. El Frankenweenie de Tim Burton, el Sucker Punch de Zack Snyder y ahora el cuarto volumen de El joven Lovecraft de Oliver y Torres. Puede que no a tan gran escala, pero por algo se empieza.
No merece demasiado la pena detenerse a hablar del estilo, el cual continúa fiel a sus raíces y que, a pesar de lo que pudiera parecer en otros casos similares, creo que es lo que le da fuerza y coherencia a las viñetas y que, no nos engañemos, hace que nos encariñemos con los personajes, con sus rostros, sus expresiones, sus gestos... Sin embargo, me sorprende bastante ver unas cuantas caras conocidas, al menos para mí, en las ilustraciones con que han colaborado algunos artistas del mundo del cómic.
Es bueno tener de nuevo unas cuantas páginas de estas viñetas tan fresquitas entre las manos, y mejor es poder disfrutarlas echando un poco la vista atrás y dándose uno cuenta de que a veces lo más simple es lo que nos hace echar una risa y alegrar cinco minutillos de nuestro día a día. Oliver y Torres han sabido recoger en estas páginas lo mejor de su no corta trayectoria junto a Howie, y espero que continúen renovándose, porque todavía quiero que me quede camino por ver.
Yo creía haber reseñado el tercer volumen de El joven Lovecraft, aunque parece ser que se me pasó por alto. Si bien creo que el tercero se me hizo un poco más repetitivo, y reconozco que tenía algunas dudas respecto al cuarto, al leerlo se me hizo, posiblemente, el más ameno de todos los recopilatorios de viñetas de estos dos autores.
No sabía muy bien qué esperar al abrir las páginas del cuarto número y me encontré con una grata sorpresa: Un cuarto tomo a modo de... Podríamos decir homenaje o recopilación de las aventuras vividas hasta el momento por el propio Howie. Podemos ver así aventuras de tood tipo, desde los poetas de ultratumba hasta los perros espectrales, desde las tías de Howie hasta Siouxie y su joven amigo nórdico, desde el propio Lovecraft hasta los autores de estas ingeniosas tiras. Simple y llanamente, el cuarto volumen es una revisión de todos estos años de trabajo, un compendio y una reflexión, o algo así, de las aventuras de un personaje que, tal vez, naciera sin demasiadas pretensiones y que, sin comerlo ni beberlo, ha llegado hasta donde está. El Frankenweenie de Tim Burton, el Sucker Punch de Zack Snyder y ahora el cuarto volumen de El joven Lovecraft de Oliver y Torres. Puede que no a tan gran escala, pero por algo se empieza.
Es bueno tener de nuevo unas cuantas páginas de estas viñetas tan fresquitas entre las manos, y mejor es poder disfrutarlas echando un poco la vista atrás y dándose uno cuenta de que a veces lo más simple es lo que nos hace echar una risa y alegrar cinco minutillos de nuestro día a día. Oliver y Torres han sabido recoger en estas páginas lo mejor de su no corta trayectoria junto a Howie, y espero que continúen renovándose, porque todavía quiero que me quede camino por ver.
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