Reseña: Ritos funerarios

De la mano de

Título: Ritos funerarios

Autor: Hannah Kent

Editorial: Alba

Año de publicación: 2014

Páginas: 366

ISBN: 9788484289715

Precio: 19,50 €

"Basada en la historia real de la última mujer decapitada en Islandia, acusada del brutal asesinato de dos hombres, Ritos funerarios es una novela de suspense y de pasiones íntimas con el trasfondo del paisaje helado de la Islandia del siglo XIX. Agnes, mientras espera la hora de su ejecución, es confinada en la granja de un matrimonio y de sus dos hijas. Horrorizada, la familia ni siquiera quiere hablar con ella. Tan solo el joven ayudante de un pastor intenta comprenderla y salvar su alma. A medida que sus conversaciones progresan y el invierno deja su huella, el dilema se afianza: ¿fue Agnes culpable o no de los terribles hechos de que la acusan?"

OPINIÓN PERSONAL

En primer lugar, agradecer a la editorial Alba su colaboración con nuestro blog al enviarnos un ejemplar de esta novedad que ha despertado una serie de sensaciones un tanto contradictorias durante su lectura.

Como bien indica la sinopsis, las historia nos traslada a la Islandia del siglo XIX. Agnes será nuestra protagonista, condenada a muerte por el supuesto asesinato del hombre para que el servía, apenas le queda medio año de vida hasta que se cumpla su condena, espera que tendrá que llevar a cabo en compañía de una familia de campesinos que se convertirán en sus guardianes y sus jefes, a los que ha de obedecer hasta que llegue el momento de su condena. Igualmente, Agnes cuenta con la labor de un sacerdote, el reverendo Tóti, acompañándola en la redención de su alma y la confesión de sus pecados. A lo largo de la novela, nos encontraremos ante acontecimientos presentes y pasados, de tal forma que se acabe desvelando lo que ocurrió realmente aquella noche que llevó a la condena de la protagonista e igualmente el desenlace de su vida.

Si algo me llamó la atención de esta autora es el hecho de que se la ha considerado como una nueva Kate Morton (Cuyas novelas, como sabréis si seguís un poquito el blog) me gustan bastante, por lo que esperaba en este caso algo similar: Una ambientación histórica, historias entrelazadas... Sin embargo, Kent se inclina por la historia de una sólo personaje, Agnes, y el misterio que la rodea. He de decir que la historia realmente es algo muy simple, centrándose en los meses que Agnes pasa en compañía de la familia que se le asigna con alguna referencia al pasado, hasta que finalmente todo sale a la luz y el lector se entera de si esta ha sido una condena justa e injusta. 

He de decir, sin embargo, que esta no estamos ante la nueva Kate Morton, no tiene esa capacidad de enganchar al lector o de que este empatice con los personajes. En mi caso, igualmente ha sido una lectura  difícil y un tanto desagradable en ocasiones. Como ya he mencionado, todo transcurre en Islandia, por lo que ya de por sí nos vamos a encontrar nombres complejos o caracteres que no perteneces al alfabeto latino; la autora quiere darle realismo a la historia, por lo que emplea términos del idioma que personalmente tuve que buscar en Internet ya que no tenía ni idea de su significado (badstofa, por ejemplo) ya que tampoco aparece un pie de página o referencia (Como apunte, la verdad es que no vendría mal un glosario al final de la novela o algo por el estilo para facilitar su lectura).

En ocasiones, la novela se narra en primera persona por la protagonista, por lo que nos sumergimos en un mar de reflexiones que nos desvían de la trama, de los acontecimientos que pueden estar pasando. Creo que esto hace que la trama tenga algunas lagunas que me gustaría conocer. Agnes permanece unos cuantos meses en la zona, y parece ser que al final lo que fue miedo se torna en respeto y hasta cierto cariño, pero ¿cómo? La autora se detiene en contarnos detalles que puede que estén de más para dejar de lado acciones, diálogos, no sé, acontecimientos que lleven a este respeto hacia una mujer que ha sido condenada a muerte por asesinato. Realmente, si contemplamos la novela de forma global no pasa prácticamente nada que nos lleve a pensar que la gente sienta aprecio y crea en Agnes, son días de trabajo y labores que se suceden sin más.

En última instancia, esa vertiente desagradable se refiere de nuevo al exceso de realismo. Quiero poner dos ejemplos basándome en dos escenas concretas: en la primera una noche Agnes se refugia desnuda una noche en pleno invierno en un establo y para que no se le congelen los dedos ya nos dice que mete los pies en las cacas de los animales; la segunda es en el momento en el que llega la fecha de su condena y mientras llegan la lugar donde se va a llevar a cabo la ejecución se mea y se caga encima un par de veces, detalle que nos cuenta la autora. A esto me refiero con esos detalles que están de más, yo como lectora que le tiene cierto aprecio a la protagonista no quiero saber que se caga de miedo porque la van a matar, me da igual, yo quiero saber lo que siente ella y los allegados, lo que se pasa por la cabeza de Margrét y sus hijas. La verdad es que este segundo ejemplo rompió con el dramatismo de la escena, bueno, este y otro ejemplos a lo largo de la novela, porque sangre coagulada, vómitos... en fin, que no faltan.

No sé que decir respecto a probar con esta autora de nuevo, espero que en las próximas novelas lo que viene a ser la ambientación y el realismo no subordine tanto a la historia, como me ha dado la sensación de que ocurre en este caso. Bien es verdad que algunas partes eran agradables y entretenidas a la par que lo que viene a ser el crimen en torno al cual gira la trama.

Esta es una novela que recomiendo a aquellos que gusten del realismo histórico, ya que información nos les va a faltar al tratarse de una historia real.

3 de 5