Reseña: Canción de Navidad y otros relatos

De la mano de:

Título: Canción de Navidad y otros relatos

Autor: Charles Dickens

Editorial: Cátedra

Año de publicación: 2013

Páginas: 184

ISBN: 9788437631264

Precio: 8,20 €

"Charles Dickens es probablemente, después de William Shakespeare, el segundo escritor inglés más famoso de todos los tiempos. En su época, su popularidad iba creciendo con cada nueva obra que publicaba. El esoterismo, lo sobrenatural, la fascinación por lo desconocido y lo ultraterreno, el amor más poderoso que la muerte, son temas presentes en los relatos que recoge esta edición. Pero si algo caracteriza los libros de Dickens es que en ellos hay siempre un destello de esperanza: nunca es tarde para recuperar los principios, igual que lo hace el tacaño señor Scrooge en "Canción de Navidad". Es una parábola que hoy más que nunca merece la pena no olvidar."

OPINIÓN PERSONAL

Puede parecer casi herético en alguien como yo el no haber leído hasta hace relativamente poco nada de Dickens, y es que hay tantas y tantas adaptaciones de sus obras que sucede al igual que con Verne, y es que crees haberlo leído todo para terminar dándote cuenta de que realmente sólo tienes una vaga idea. Quería comenzar con Canción de Navidad, pero no pude resistirme a dar el pistoletazo de salida con Grandes esperanzas, y así es como comprendí porqué Dickens, al margen de todas las revisiones que ha generado, como Cuento de Navidad zombi, es un clásico de la literatura universal.

Canción de Navidad (o Cuento de Navidad, según la edición) es casi una lectura obligada para los amantes del XIX más puro. Casi como un cliché de lo que la Navidad es y no es, de cómo nuestras vidas pueden cambiar en un pestañeo, de cómo estas fiestas, de una u otra manera, llegan a todos por igual y que, de estar en nuestra mano, podemos mejorar la vida de otras personas con gestos increíblemente simples. Me cuesta mucho creer que nadie haya oído, leído o visto algo relacionado con esta obra que tanto nombre le da al viejo Dickens, y es que transmite unas ideas tan universales que, aunque no sea su mejor obra, hace plantearse muchas cosas sea cual sea la condición del lector.
No descubriré mucho si digo que la historia se inicia con Ebenezer Scrooge, un viejo usurero londinense cuya vida no podría calificarse de una manera que no fuera amargada, y eso es algo que a nadie de su alrededor sorprende. Sin embargo, y aunque se pase bastante por alto, cabe destacar que tiene un punto débil, y es su viejo amigo Marley, a quien ya casi ha olvidado, ya que fallece siete años antes de comenzar toda esta historia. Lo que sí sorprende (y en especial a Ebenezer) es la aparición del espíritu de su amigo, quien regresa tanto tiempo después para hacerle ver el final de una vida llena de desdichas. A él se le irán sucediendo los espíritus de las Navidades pasadas, presentes y futuras que mostrarán algunas de las diferentes facetas de la vida de Scrooge que incluso él mismo desconoce para intentar, de manera más o menos afable (o tétrica, según de cuál de ellos hablemos) hacer del mundo un lugar mejor.

No quiero hablar demasiado de personajes ni nada por el estilo, ya que nos centraríamos principalmente en el viejo usurero, y cualquier dato sobre él sería spoilear el resto de esta novela breve. Sin embargo, voy a detenerme a hablar de un par de adaptaciones de ella que creo que han marcado, en mayor o menor medida, mi percepción sobre la obra de Dickens. La primera de ella fue la de los Teleñecos, la cual, sinceramente, no recuerdo demasiado bien, aunque sí tengo en mente la figura de Michael Caine como Ebenezer Scrooge y el cual, aunque no pega excesivamente con la figura del anciano, interpreta un papel muy acorde a la labor educativa de este grupo de marionetas. Sin embargo, la última adaptación que recuerdo haber visto es la de Disney de 2009, con un reparto increíble con figuras como Gary Oldman y Colin Firth y, de manera sorprendente, un Jim Carrey en el papel de Scrooge que, aunque salvando las distancias que permite el retoque digital, parece estar hecho para él.

Creo que son muchas las lecturas que se podrían dar a esta obra, y es que tengo la sensación de que cada vez que se lee se encuentran nuevos matices o nuevas ideas sobre la vida de Scrooge que, al final, hacen que nuestra Navidad sea algo diferente a la anterior y que seamos un poquito mejores personas. Al fin y al cabo, las ideas de Dickens no son tan distantes a nosotros en el tiempo. No se me ocurren otras palabras para describirla que no sean "De lectura obligada".

4 de 5