De la mano de
Autor: Ihara Saikaku
Editorial: Satori
Año de publicación: 2014
Páginas: 242
ISBN: 9788494192036
Precio: 19 €
"El gran espejo del amor entre hombres es un clásico indiscutible de la literatura universal por derecho propio y su autor, Ihara Saikaku, el más destacado escritor nipón del siglo xvii. En esta segunda entrega, subtitulada Historias de actores, Saikaku nos invita a sumergirnos en el mundo flotante del periodo Edo: casas de té donde se convocan citas clandestinas, jóvenes actores que enferman de amor, admiradores desesperados por obtener el favor de su amado… Un transitorio escenario en el que se desarrolla la vida de estos hombres y donde los personajes se consumen por la llama del amor.
Ilustrada con grabados de la época, esta obra, sin duda, hará las delicias de los interesados en la cultura japonesa y de todos aquellos que alguna vez se han visto reflejados en el espejo del amor."
OPINIÓN PERSONAL
En primer lugar, agradecer de nuevo a la editorial Satori su interés en nuestro blog y el ejemplar que nos han facilitado de esta novela.
Antes de empezar con la reseña propiamente dicha, vale la pena hacer una introducción a este mundo del teatro kabuki cuyos actores y sus andanzas amorosas pueblan estas páginas: En esta rama del teatro japonés la participación de las mujeres había sido prohibida dado que se aprovechaban de la situación para ejercer la prostitución y obtener así muchos más beneficios. Los papeles femeninos pasaron a ser interpretados por los onnagata, que básicamente eran adolescentes de belleza andrógina e importantes dotes sobre el escenario. A la hora de actuar, se los caracterizaba como mujeres, recurriendo a maquillaje y pelucas. Un onnagata tenía una sólida formación para poder moverse con la delicadeza propia de una mujer, cantar y hablar como una dama, por lo que realmente, el entrenamiento de estos actores no era algo precisamente sencillo.
Dejando de lado su actividad sobre las tablas, por las noches descansaban en las salitas de casas de té y se reunían con sus clientes, aquellos que gustaban de "la vía del amor viril", acostándose con ellos y satisfaciendo sus amores.
Pues bien, la novela presente trata de las historias de amor de algunos de los actores más deseados dentro del teatro con otros hombres de variada condición. Cabe destacar que en el momento en el que tienen lugar (Siglo XVII) no es algo que se considera como tabú o mal visto, más bien todo lo contrario, pues un hombre que mantenía a un joven amante era admirado y envidiado. El mantener relaciones con una mujer, por otro lado, no estaba tan bien visto, y muchas son las ocasiones en las que estas relaciones se desprecian a lo largo de los relatos.
Así que, habiendo llegado a este punto, si consideras este tipo de relatos como algo fuera de lugar o tu opinión va a estar falta de educación y respeto, por favor, no sigas leyendo.
Vamos allá con la novela. Lo primero que quiero destacar (Como viene siendo común) es el caso de la presentación, ya no sólo por la preciosa portada sino por el interior. El texto se acompaña por una serie de grabados de la época que vienen a representar escenas de las historias y vienen a completar el imaginario del lector, es decir, te permiten sumergirte de lleno en el mundo del Japón del XVII.
La obra esta compuesta de cuatro partes y cada una de ellas cuenta con sus relatos correspondientes, que me parece que rondan los cinco. Realmente no se aprecia demasiada variación entre unas partes y otras, pero si que he notado que en las dos últimas el centro de la historia gira más en torno a los discursos y opiniones de los diferentes personajes, quedando lo que viene a ser la historia de amor en un segundo plano.
He de decir que hay muchas cosas que me han sorprendido. En primer lugar, es la primera vez que leía historias tan "costumbristas" en el sentido de que son hombres de la época haciendo lo que se hacía en el momento, opinando... Realmente esta es una muy buena forma de entrar de lleno en la época (Aunque también es verdad que los hombres que salen no han de ser cualquiera, porque estar con los onnagata no era barato), al igual que me llama la atención que muchas veces se pone mucha atención en los atuendos de los personajes.
Estoy bastante contenta con los relatos, sobre todo con algunos que comentaré a continuación. Quizás no sea un libro para leer de seguido y todo de golpe, sino que se podría disfrutar más leyendo un relato saboreándolo bien y dejando cierto tiempo entre uno y otro. Pero yo confieso que me podía la curiosidad así que fueron de golpe. Me gusta e hecho de que la forma de expresarse sea más sencilla y coloquial que otros clásicos japoneses, hacen que la lectura sea más amena y entretenida, incluso más rápida incitando al lector a seguir.
Las historias tienen esa particular belleza que no se encuentra en cualquier libro. Por ejemplo la forma de expresarse o de declararse es mucho más lírica, mucho más sentida de lo que podemos leer en algunas novelas occidentales de tintes románticos. Igualmente, a la hora de escribir y describir, se atiende a pequeños detalles que podrían pasar desapercibidos.
Algunas de las historias tienen un desenlace trágico, o feliz, o te descolocan completamente, y eso está bastante bien, porque en la variedad está el gusto y cualquier lector puede encontrar un protagonista que le guste más o menos.
En mi caso me quedo con el relato inaugural: "Lágrimas en una papelería", que me ha parecido muy tierno y dulce, a pesar de ser uno de esos de desenlace poco favorable para los protagonistas. Haciendo un breve resumen, se cuenta la historia de un joven actor que había recogido una ramita de cerezo para llevársela a sus conocidos, cuando es asaltado por un borracho y defendido por un noble señor (En este caso me encanta como se termina con la discusión, pero no voy a spoilear).
Otro relato que me ha gustado es "La ramita de cerezo injertada o el amor de Kozakura", donde se hace un juego de palabras con el nombre del protagonista y su enamoramiento de un atractivo hombre. Este es un leitmotiv en los relatos, siempre es un hombre más mayor y atractivo el que suele despertar los sentimientos de los actores, aunque como ya digo, por variantes no será.
En resumidas cuentas, la verdad es que ha sido un bonito descubrimiento en este caso por sus historias; por otro lado me ha sorprendido por la lectura más ágil y actual para ser un libro de hace unos cuantos siglos. Una recomendación para leer con calma, un relato al día y disfrutarlo, reflexionar, y adentrarte en el antiguo Japón.
4 de 5
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