Volviendo a nuestras pequeñas reflexiones y al hilo de nuestra anterior Consulta, voy a retomar el tema de ser culto en relación con nuestra lecturas: Ya dijimos que mucha gente se devora lo que hoy día se considera como clásicos para dar la imagen de persona cultivada.
Gafapastismo puro y duro.
Muchas personas lo llevan a tal extremo que dilapidan su bolsillo comprando libros y libros que pasan a formar parte de un nutrido estante, cuya función será, a partir de ese momento, acumular más y más polvo. Aunque a veces pueden dejar su puesto para ser hojeados, leer la sinopsis de atrás o, porqué no, pasar al escritorio o a la mesilla ya sea como adorno o recordatorio de que algún día tienes que pasar del prólogo (También pueden servir como pisapapeles o si la mesilla cojea).
Otras, aparte de comprarlos, soportan su lectura. Por supuesto, cabe hacer una distinción entre aquellas personas que lo disfrutan y realmente se los compran por placer y no por llevarlos en la mano o bien durante los viajes de autobús (Siempre en una edición antigua, cabe recordarlo, eso suma puntos al hipsterómetro). Una lectura que puede prolongarse durante un determinado período de tiempo ya sea más corto o más largo, pero tengamos claro que siempre aparecerá en una de estas redes sociales tipo Anobii o Goodreads.
Y ahora viene mi pregunta:
¿Esa persona es un verdadero lector que disfruta de sus lecturas?
En mi opinión, una persona que no lee aquello que realmente le gusta no se puede considerar un verdadero lector, me explico: A los que nos gusta leer, normalmente tiramos hacia una cosa u otra (Y esto se ve muy claro en las reseñas que subimos Pablo y yo, polos opuestos), naturalmente que nos hemos tenido que tragar muermazos por obligación ya sea en el colegio o en un envío sorpresa, pero cuando vamos a una librería tenemos un objetivo y una sección en mente, quizás un autor... Lo disfrutamos, y eso es lo que importa y lo que nos anima a seguir leyendo. Y creo, sinceramente, que leamos juvenil, romántica, novelas de zombies, del siglo XIX o cualquier libro que caiga en nuestras manos, nos da igual lo que le gente piense de nosotros por gustarnos, por poner un ejemplo, Los Juegos del hambre o por gustarnos Anne Rice; pero eso sí, Harry Potter forever and ever (Me sorprende la cantidad de gente que adora toda la saga cuando hay libros que en mi caso, se me hicieron un tanto pesados).
En fin, que leemos lo que nos gusta, porque el fin de la lectura es entretenernos y hacernos pasar un buen rato, y si ya de paso aprendemos algo nos podemos dar con un canto en los dientes; pero si lo que te gusta es tragarte a duras penas un libro cuya historia ni siquiera te gusta, mal camino.