sábado, 5 de agosto de 2017

Reseña: Por siempre jamás: El protocolo Pandora

Dave Justus y Matthew Sturges | ECC | 9788417071608 | 144 pp. | 13'50€


Cuando la magia abunda, esta puede ser usada en aras de un bien mayor… o para plantar las semillas de la anarquía y el terrorismo. Los Agentes Fantasma son una red global de espías integrada por humanos y por fábulas, encargados de velar por un mundo en el que la magia está a la orden del día y de proteger a la humanidad de sí misma. Asiste al regreso de viejos conocidos como Bo Peep, Peter Piper, Hansel y Conner Lobo, a la presentación de nuevos personajes… ¡y a la irrupción de un aterrador villano!.

Desde que empecé a leer el universo de Fábulas de la mano de Bill Willingham he disfrutado casi todas y cada una de sus páginas, y no principalmente porque tengan un gran dibujo y pueda deleitarme visualmente, sino porque la historia cobra un carácter tan cotidianamente grandioso que creo que consigue hacer sutilmente épico el día a día. Ésa creo que es la gracia de todo este mundillo, de los personajes que nos presentan sus autores, el hecho de retomar esos clásicos literarios y hacer que convivan unos con otros como si de iguales, entre ellos y entre nosotros, se tratara. Cierto es que el matiz fantástico a veces hace que sea imposible empatizar al 100% con algunos de ellos, y aunque casos como Fabulosas o El lobo entre nosotros rompen bastante la línea central de Fábulas, son historias que me enganchan por su construcción. Sin embargo, muy rara vez, aparece algo que bueno... Digamos que sin más, y ése ha sido el caso de Por siempre jamás.
La premisa inicial me pareció más que interesante, y es que siento una gran debilidad por los departamentos gubernamentales en cuanto empiezan a incluir cosillas sobrenaturales o fantásticas como sucede en Men in Black, AIDP o el MI6 en The League of Extraordinary Gentlemen, así que, teniendo eso como base, no creía que el universo de Fábulas pudiera decepcionarme en absoluto. Nos presenta a uno de los hijos de Blanca y Lobo, ya algo crecido, que intenta explotar sus dones dentro de un mundo de "espionaje", una idea algo manida, pero siempre efectiva para meternos de cero en un departamento que tanto él como el lector desconoce al 100%. Esto, mezclado con una primera misión de zombis, persecuciones, asesinatos, brujería... Pinta muy, pero que muy bien. A eso hay que sumarle una serie de personajes nuevos que retoman algunas ideas de la literatura decimonónica, otros más que interesantes pero poco explotados en la línea central y algunos totalmente inventados para ir desarrollando poco a poco la trama.
Todo esto sería perfecto si no hubiera un exceso de páginas, mi eterno enemigo. No voy a mentir diciendo que sobran durante todo el tomo y que se hace algo infumable, pero resulta muy frustrante querer avanzar con una trama o con un personaje y que de repente te interrumpan para añadir información sobre algo que, aparentemente, no tiene relevancia alguna. Sin embargo, al terminar el tomo todo cobra algo más de sentido cuando se nos da a entender que no es sino la apertura para algo mucho más profundo y mucho más complejo, pero no, no me justifica el resto de lo que he tenido que leer. ¿Me parece interesante? Sí. ¿Seguiré leyéndolo? También. Pero desde luego hubiera agradecido no tener que esperar "tanto" (tampoco es un tomo tan extenso como para resultar un suplicio) para saber que sólo se trataba de una apertura.
Sin embargo, respecto al dibujo gana bastantes enteros si lo comparamos con Fábulas. Por alguna extraña razón los trazos, el color, la saturación, los enfoques... Todo lo que veo me supura un cierto aire ochentero que, en este caso sí, creo que acompaña a la narración. Creo que se asemeja más bien a las películas de espionaje de hace unos años, esa acción algo ingenua y sin mucho sentido que más bien busca la espectacularidad, y justo ahí es donde creo que choca todo lo anterior, el intento de hacer épico lo cotidiano con un aire grandioso que no sabe del todo cómo enfocarse.

Sin duda Por siempre jamás es una de esas historias que, aunque no conociéramos, sabíamos que estaba detrás del universo de Fábulas, un mundo gubernamental que se encarga de algunos de los trapos sucios de este mundo fantástico. Sin embargo tenía la "esperanza" de encontrar una historia más sencilla y autoconclusiva que poder recomendar a todos aquellos que quisieran ponerse a leer algo del mundo de Bill Willingham, y no lo he hecho. ¿Es una historia que vaya a recomendar? Si te gusta Fábulas y, como yo, quieres saber absolutamente todo sobre este universo, es un imprescindible, pero, por desgracia, no creo que vaya a servir para enganchar a alguien que venga de nuevas como sí podría suceder con El lobo entre nosotros o Fabulosas.

by: @TheVictorianGuy

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sábado, 5 de agosto de 2017

Reseña: Por siempre jamás: El protocolo Pandora

Dave Justus y Matthew Sturges | ECC | 9788417071608 | 144 pp. | 13'50€


Cuando la magia abunda, esta puede ser usada en aras de un bien mayor… o para plantar las semillas de la anarquía y el terrorismo. Los Agentes Fantasma son una red global de espías integrada por humanos y por fábulas, encargados de velar por un mundo en el que la magia está a la orden del día y de proteger a la humanidad de sí misma. Asiste al regreso de viejos conocidos como Bo Peep, Peter Piper, Hansel y Conner Lobo, a la presentación de nuevos personajes… ¡y a la irrupción de un aterrador villano!.

Desde que empecé a leer el universo de Fábulas de la mano de Bill Willingham he disfrutado casi todas y cada una de sus páginas, y no principalmente porque tengan un gran dibujo y pueda deleitarme visualmente, sino porque la historia cobra un carácter tan cotidianamente grandioso que creo que consigue hacer sutilmente épico el día a día. Ésa creo que es la gracia de todo este mundillo, de los personajes que nos presentan sus autores, el hecho de retomar esos clásicos literarios y hacer que convivan unos con otros como si de iguales, entre ellos y entre nosotros, se tratara. Cierto es que el matiz fantástico a veces hace que sea imposible empatizar al 100% con algunos de ellos, y aunque casos como Fabulosas o El lobo entre nosotros rompen bastante la línea central de Fábulas, son historias que me enganchan por su construcción. Sin embargo, muy rara vez, aparece algo que bueno... Digamos que sin más, y ése ha sido el caso de Por siempre jamás.
La premisa inicial me pareció más que interesante, y es que siento una gran debilidad por los departamentos gubernamentales en cuanto empiezan a incluir cosillas sobrenaturales o fantásticas como sucede en Men in Black, AIDP o el MI6 en The League of Extraordinary Gentlemen, así que, teniendo eso como base, no creía que el universo de Fábulas pudiera decepcionarme en absoluto. Nos presenta a uno de los hijos de Blanca y Lobo, ya algo crecido, que intenta explotar sus dones dentro de un mundo de "espionaje", una idea algo manida, pero siempre efectiva para meternos de cero en un departamento que tanto él como el lector desconoce al 100%. Esto, mezclado con una primera misión de zombis, persecuciones, asesinatos, brujería... Pinta muy, pero que muy bien. A eso hay que sumarle una serie de personajes nuevos que retoman algunas ideas de la literatura decimonónica, otros más que interesantes pero poco explotados en la línea central y algunos totalmente inventados para ir desarrollando poco a poco la trama.
Todo esto sería perfecto si no hubiera un exceso de páginas, mi eterno enemigo. No voy a mentir diciendo que sobran durante todo el tomo y que se hace algo infumable, pero resulta muy frustrante querer avanzar con una trama o con un personaje y que de repente te interrumpan para añadir información sobre algo que, aparentemente, no tiene relevancia alguna. Sin embargo, al terminar el tomo todo cobra algo más de sentido cuando se nos da a entender que no es sino la apertura para algo mucho más profundo y mucho más complejo, pero no, no me justifica el resto de lo que he tenido que leer. ¿Me parece interesante? Sí. ¿Seguiré leyéndolo? También. Pero desde luego hubiera agradecido no tener que esperar "tanto" (tampoco es un tomo tan extenso como para resultar un suplicio) para saber que sólo se trataba de una apertura.
Sin embargo, respecto al dibujo gana bastantes enteros si lo comparamos con Fábulas. Por alguna extraña razón los trazos, el color, la saturación, los enfoques... Todo lo que veo me supura un cierto aire ochentero que, en este caso sí, creo que acompaña a la narración. Creo que se asemeja más bien a las películas de espionaje de hace unos años, esa acción algo ingenua y sin mucho sentido que más bien busca la espectacularidad, y justo ahí es donde creo que choca todo lo anterior, el intento de hacer épico lo cotidiano con un aire grandioso que no sabe del todo cómo enfocarse.

Sin duda Por siempre jamás es una de esas historias que, aunque no conociéramos, sabíamos que estaba detrás del universo de Fábulas, un mundo gubernamental que se encarga de algunos de los trapos sucios de este mundo fantástico. Sin embargo tenía la "esperanza" de encontrar una historia más sencilla y autoconclusiva que poder recomendar a todos aquellos que quisieran ponerse a leer algo del mundo de Bill Willingham, y no lo he hecho. ¿Es una historia que vaya a recomendar? Si te gusta Fábulas y, como yo, quieres saber absolutamente todo sobre este universo, es un imprescindible, pero, por desgracia, no creo que vaya a servir para enganchar a alguien que venga de nuevas como sí podría suceder con El lobo entre nosotros o Fabulosas.

by: @TheVictorianGuy

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